sábado, 14 de noviembre de 2009

Acciones y performances de Edwin Jimeno





"muestro al hombre en su estado natural, para hacer un llamado a la reflexión del hombre con su hábitat y por lo tanto consigo mismo, ya que los seres humanos hacemos parte de este patrimonio"
 Edwin Jimeno – Nicho Humano


La obra plástica de Edwin Jimeno parte de la anatomía, del análisis minucioso del cuerpo como objeto que se exhibe, se muestra y se altera para que haga parte de una selección de elementos encontrados o manufacturados que juntos conforman una acción - instalación.

Es aquí en este contexto donde el objeto, es el cuerpo, que a través de la acción plástica transmite un mensaje o un cumulo de sensaciones que nos llevan desde el instante mismo en que acariciamos la vida: "Nacimiento", pasando por la aflicción extrema: "Agonía" hasta llegar a  la "Muerte".

Tres momentos diferentes en la obra de Edwin Jimeno que siempre aluden al recuerdo y la memoria, evocación permanente de sonidos, gestos, aromas, y ambientes que reviven dentro del espacio museal experiencias propias de este artista que reconoce en su entorno los elementos necesarios y suficientes para expresarse, pues su interacción permanente con ellos y su empecinada curiosidad lo ha llevado a estudiarlos y analizarlos hasta encontrar en la tierra, roca, elementos vegetales y otros, las respuestas plásticas que solo un artista espera de su entorno.

La dualidad siempre está presente en la obra de Jimeno y esta condición de duda es la que lo lleva a ir más allá, a cuestionarse y exigirse hasta el extremo; A confrontarse a sí mismo, a reconocer la ambivalencia, entre la vida y la muerte, entre el hombre y la mujer, entre la quietud y el movimiento, entre la levedad y el peso, entre el cuerpo exterior que se expresa por medio de la aplicación de pigmentos y materias orgánicas, y el cuerpo interior que intenta por medio del gesto y la acción comunicar un mensaje para algunos cifrado y propio de la hermenéutica, pero que para otros tan claro como el agua de un manantial, es aquí cuando el espectador se enfrenta a la duda, se cuestiona y se confronta en el cuerpo de Jimeno, para encontrar sus propias respuestas.

Javier Mejía
Curador
Santa Marta, febrero de 2002

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