domingo, 3 de julio de 2011

Los mares de Mauricio Mayorga



Si existe un recuerdo perenne para aquellos que no viven en el litoral, es el día en que se conoce el mar, el momento de enfrentarse cuando niño, joven o adulto a esa gran masa de agua salada, quedara grabado en la memoria de manera perpetúa. El color azul, y sus infinitas tonalidades, el sonido que no cesa en las playas de aguas turbulentas o la paz y armonía que acusa un litoral carente de temporal, la luz diáfana y prístina en los días de sol o tenue y difusa en los días de niebla. El mar intenso, incasable siempre en movimiento no es igual, cada día es diferente y en frente de cada playa o costa tiene sus peculiaridades; por eso cuando Mauricio Mayorga, toma la decisión de pintar “El sentido del mar”, se sumerge en una obra de posibilidades infinitas, acometer el paisaje marino desde la pintura se convierte en su obsesión y tarea permanente en los últimos diez años, lo que lo ha motivado a viajar por los mares y su recorrido fehacientemente lo trajo a Santa Marta, detrás de la magia y el color de ese mar Caribe, que hipnotiza y encanta.
Los mares de Mauricio Mayorga, son únicos y diferentes, sus pinturas van de pinceladas suaves a espátulas llenas de volumen e intensidad. Cada obra se enfrenta al reto de ser el mismo paisaje marino, pero en cada una de sus facetas diferentes, ya sea la pleamar, las mareas o marejadas, que se observan en sus telas atiborradas de acrílicos que van de la perturbación a la calma, de azules intensos y profundos a tonos abigarrados de color, con salpicaduras de rayos solares en amarillo y matizados con blancos intensos. Cada pintura una es un mar diferente, un mar de aquellos que Mauricio como viajero ha recorrido, estudiado y documentado en video o testimoniado en cada una de las pequeñas cajas que contienen arena de playa de alguno de los 66 mares del mundo, que en su camino errante se ha encontrado.
El sentido del mar, nos expone a la belleza del mar en la pincelada de este artista que comulga con este espacio más allá del deleite estético y se preocupa por la conservación del ecosistema marino. Dentro de sus proyectos recientes se cuenta el de “Basura Limpia”, donde propone un manejo sustentable de desechos sólidos, que se convierten en esculturas. Basura hecha arte, evitando que estos desechos, en muchos de los casos vayan a terminar a nuestros mares como basura, degradando el ecosistema y causando problemas de grandes proporciones como el vortex del pacifico -cada año se arrojan al mar más de 10 millones de toneladas de desperdicios plásticos. La mayor parte no regresa a ensuciar las playas y costas, sino que terminan siendo arrastrados por las corrientes oceánicas hasta acumularse en un área del Pacífico Norte, formando una verdadera isla de basura flotante- De ahí la importancia de iniciativas como la de este artista, que pasa de la contemplación y la critica a la acción.

Javier Mejía
Curador
Santa Marta, agosto de 2010.

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